La maniobra de fondeo

El fondeo se convierte en una maniobra esencial cuando pasamos varios días en velero en una isla como Ibiza, donde las opciones de pasar noche en las calas son abundantes, y los puertos suelen estar completos sobretodo en la época de verano.

La elección del lugar depende mucho de las intenciones del grupo, podremos encontrar calas solitarias donde no encontraremos más compañía que las gaviotas, o calas urbanizadas donde dispondremos de todos los servicios. Podremos incluso disfrutar de los ambientes más populares de la isla en los chiringuitos de moda, o simplemente gozar del color de las aguas que aun en las noches se divisa el fondo como si sobre un cristal nos encontrásemos.

Depende de la época, y en función al número de barcos que se hallen en la isla, puede ser más a tener en cuenta el espacio que dejen el resto de embarcaciones que el resto de aspectos de seguridad. Hay que tener en cuenta que el barco necesita un radio de borneo suficiente para poder largar la suficiente cadena que permita retener el velero en caso de que sople fuerte el viento por la noche.

La elección del lugar donde soltar el ancla tiene que estar calculado para que, una vez largada la cadena el barco se encuentre en el sitio deseado. Un método que funciona siempre es el de acercarse a la popa de un barco, o sobre la línea que formen las popas de dos barcos y soltar ahí el ancla, luego retroceder a medida que se larga la cadena. De esta manera nuestro barco quedará a la distancia de nuestra cadena más la suya desde su ancla, de forma que en el borneo contrario en caso de que cambie el viento los barcos quedarán a la misma distancia pero orientados en sentido contrario.

Nunca debemos soltar el ancla delante de un barco y cerca, hay que tener en cuenta que cuando vemos un barco fondeado, su ancla está a la distancia de cadena que tenga largada hacia su proa.

La distancia de cadena la marca la experiencia que se tenga en la maniobra de fondeo, y sobre todo en Ibiza y en temporada de verano, suele estar más determinada por dejar el barco en un lugar sin riesgo de acercarse al resto que por la longitud óptima según la profundidad y la fuerza de viento. Esto suele ser un tema crítico ya que puede poner en peligro las embarcaciones, puesto que si hemos apurado el lugar de fondeo y no pudimos largar suficiente cadena podría garrear el barco si el viento aumentase.

Por lo tanto es más que recomendable elegir el lugar donde podamos largar una línea de fondeo que resulte segura para las condiciones, o nos obligará a permanecer alerta constantemente, lo cual puede fallar por la noche en momentos de sueño.

No sería la primera vez que un barco garrea con la tripulación durmiendo mientras golpea otra embarcación o incluso acaba varado en la playa.

La longitud de la cadena se recomienda en numerosas publicaciones como de tres a cinco veces la profundidad. Esto se puede considerar como norma para perfectas condiciones de agarre del ancla. Los fondos de las calas de Ibiza suelen ser buenos para el fondeo, casi siempre de arena donde el ancla agarra con facilidad, pero en ocasiones encontramos fondos con algas donde una cadena corta puede levantar ligeramente el ancla en un fuerte tirón por el viento, y ser suficiente para que derrape y comience el garreo. Por lo tanto, como regla básica, y siempre que sea posible, y aunque resulte exagerado, debemos soltar toda la cadena posible, no tiene que darnos apuro soltar incluso los 50 metros de cadena si no tenemos nadie alrededor, y aunque muchos nos llamen exagerados. Sobre todo cuando las previsiones dan vientos fuertes y nos proponemos pasar la noche fondeados. La fuerza que puede llegar a hacer el barco sobre la cadena cuando las rachas superan los 25 nudos son mucho mayores de lo que uno se pueda imaginar, y la clave del agarre está en mucha longitud de cadena para que la catenaria que forme hasta llegar al fondo mantenga constantemente un tiro horizontal desde el ancla, asegurando así su agarre.

Hemos hablado del tipo de fondo y de la longitud de cadena, pero un aspecto importante a considerar en el buen agarre del fondeo es el tipo de ancla. Para los fondos que encontramos en Ibiza hay que elegir un ancla que tenga buen agarre sobre arena. Existen varios modelos de anclas que han demostrado bien su buen funcionamiento. La más utilizada en los últimos tiempos por casi todos los veleros es la tipo Delta, siendo la más popular la de la marca Lewmar. Esta ancla bien dimensionada para la eslora del barco proporciona un agarre óptimo y bien demostrado por decenas de barcos que la utilizan.

Ancla Delta

Las anclas de tipo arado articuladas, como las CQR, son muy populares entre los navegantes y también funcionan muy bien en arena.

Ancla CQR

Quizás el tipo de ancla más recomendable fuera en principio las de palas tipo danfoss, la cual clava muy bien las palas en la arena y que da muy bien sujeta. Por el contrario si encontramos algas en el fondo suelen resbalar sobre ellas y se agarran con dificultad.

Ancla Danfos

Existen anclas más polivalentes como las Bruce, que se adapta bien a varios tipos de fondos.

Ancla Bruce

Otro elemento a considerar es la línea de cadena, es muy recomendable llevar como mínimo 50 metros de cadena, y unos cuantos metros de cabo bien unidos por un buen ayuste por si las condiciones requieren grandes líneas de fondeo. En ocasiones los barcos llevan solamente 25 o 30 metros de cadena seguidos de cabo. Esto nos obliga constantemente a soltar toda la cadena más una longitud de cabo. El fondeo no es que sea mucho peor que todo cadena, pero si nos dificulta la maniobra de izado de ancla, ya que el cabo hay que entrarlo a mano aunque el molinete admita cabo en su barboten, en comparación a subir siempre cadena con la seguridad de entrada por el molinete sin tener que prestar atención a posibles atascos, puede marcar la diferencia en una situación comprometida.

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